Agua Selva nace de las manos de una mujer artesana que no solo sueña con crear belleza,
sino con transformar vidas a través del tejido.

Esta marca es el reflejo de una historia personal, de raíz, de propósito…
Una historia que hoy se convierte en red: en oportunidad para otras mujeres.

En Agua Selva, empleamos y capacitamos a mujeres mayores de 50 años, muchas de ellas con saberes olvidados por el tiempo, otras en búsqueda de una nueva oportunidad.

Les enseñamos el arte del tejido ancestral, no solo como técnica,
sino como herramienta de autonomía, de expresión y de dignidad.

Cada joya es hecha a mano con paciencia, memoria y corazón.
Es el resultado de un trabajo colectivo que honra a las mujeres del territorio,
sus historias y su derecho a vivir y disfrutar el arte.

Agua Selva no solo teje joyas.
Teje redes de apoyo, de saberes y de esperanza.
Teje presente y futuro para mujeres que aún tienen mucho por contar.